¡No puedo quedarme dormido!

Estrés, ruido, nerviosismo… medicinas, enfermedades, depresiones. Sin duda alguna que son algunas de las causas más frecuentes de insomnio en los jóvenes universitarios.

Cuando tenía alrededor de siete años, me costaba dormir. Mi abuelo me hacía compañía y me decía: “imagínate que estás en un lugar lleno de ovejas, y ellas tienen que brincar una cerca, cuenta a todas las que saltan la valla”. “Típico remedio para quedarse dormido”. De este modo, invocábamos a Morfeo, dios del sueño. Esta es una de las técnicas para combatir el insomnio.

Los jóvenes estamos constantemente bajo presión. Es muy desesperante querer dormir y no poder. Al otro día amaneces con dolor de cabeza, ganas de no hacer nada y simplemente el rendimiento se ve afectado notablemente. Suele ocurrir de vez en cuando, pero hay personas quienes lo sufren permanentemente y requieren atención clínica.

Los especialistas dan una serie de recomendaciones para evitar acudir a las farmacias y a consultas médicas:

Tomar un baño caliente antes de dormir provoca efectos de relajación en el cuerpo y en la mente.

Tomar leche caliente unos 15 minutos antes de ir a dormir. El calcio que contiene ayuda al descanso y curar estados de nerviosismo.

Evitar sustancias estimulantes como la cafeína, presentes en el té, el café y las bebidas cola.

Dormir en una cama con colchón duro ayuda a relajar el cuerpo.

Usar el dormitorio sólo para ir a dormir. Si se tiene televisor en la habitación, debe utilizarse una silla para verla. El cuerpo y la mente necesitan relacionar la cama con el sueño.

Realizar un mínimo de 15 minutos de ejercicio físico diario. Para dormir bien, no es suficiente que la mente se agote, sino que el cuerpo también debe estar cansado.

Dormir boca arriba. De este modo, todos los órganos descansan. Evitar dormir boca abajo, porque se dificulta una respiración profunda y produce dolores de cuello y espalda.

Escuchar música relajante, una melodía que produzca bienestar.

Si desvelarse persiste, hay que acudir al doctor para recibir una solución y un posible tratamiento que logre aliviar el problema que te aqueja.


¡Buenas noches y felices sueños!