12 agosto, 2009

Los partidos políticos en Chile y su mala imagen pública

La situación actual de los partidos políticos en Chile no es de las mejores. Intervencionismo electoral, disputas internas, un desgaste por la casi inexistente renovación de sus líderes políticos, creaciones de movimientos díscolos, declaraciones cruzadas entre miembros de izquierda y de derecha bastante duras, con pocas propuestas y que muchas veces resultan ser ofensivas, son algunos de los motivos que demuestran que los partidos políticos no están bien posicionados dentro de la opinión pública, y parece ser que no hacen mucho para solucionar estos problemas porque constantemente nos enteramos de los roces y disputas a través de los medios de comunicación, lo que ha ensucia a la política y aleja a la gente de un tema trascendental para la organización de un sistema social en nuestro país.

Constantemente se lee y escucha en la opinión de las personas que los partidos políticos no evolucionan y que siempre son los mismos los que tienen el poder. La repetición constante de nombres y al poco recambio generacional que existe entre sus líderes es un factor que, posiblemente, genera distancia por parte de la ciudadanía, especialmente de los jóvenes. Dentro del PPD se mantienen Guido Girardi y Sergio Bitar como principales exponentes del partido, en la DC Eduardo Frei y en el Partido Socialista Camilo Escalona, quienes formaron parte de la llegada de la Concertación al Poder Ejecutivo tras el Golpe Militar. Según el estudio “Renovación de los Partidos Políticos Chilenos: Diagnóstico y Elementos para una Agenda Modernizadora”, la burocratización de los partidos políticos es un factor que aleja a los ciudadanos de prácticas políticas porque no aseguran identidades colectivas y, como efecto inmediato, no contribuyen a crear sentido de pertenencia1.

Otra situación que aleja a los partidos políticos de la ciudadanía son las disputas internas que existen dentro de ellos como las diferencias de opinión entre los miembros de las coaliciones, específicamente de la Concertación y de la Alianza por Chile. A solo un par de meses de las elecciones presidenciales y parlamentarias los partidos empiezan a definir sus candidatos para ser presentados en distintas circunscripciones a lo largo de Chile. Tanto en la izquierda como en la derecha parlamentaria se han generado disyuntivas respecto a la elección de parlamentarios. En el caso de la derecha destaca la designación de Nicolás Monckeberg para competir en el Distrito 18 (Cerro Navia, Lo Prado y Quinta Normal) por parte de Renovación Nacional, lo que terminó en la renuncia al partido por parte del Alcalde de Cerro Navia, Luis Plaza. En la izquierda también se generan polémicas en cuanto a las elecciones de fin de año, destacando la posible lista parlamentaria independiente del Partido Radical Social Demócrata (PRSD) debido a la disconformidad en la estrategia de gobierno y en los planes del comando de Eduardo Frei. Esta situación provocó un enfrentamiento entre la diputada María Antonieta Saa (PPD) y el Vicepresidente del PRSD, Fernando Meza, a quien acusó de chantajista por las amenazas de quiebre dentro de la Concertación. Las constantes peleas internas entre los partidos y las coaliciones generan un descontento y un repudio a la clase política chilena, que se ve viciada constantemente en este tipo de hechos más que en propuestas interesantes, novedosas o necesarias para mejorar la legislación en nuestro país.

Otro de los problemas que se presentan en Chile es la constante disputa sobre el sistema binominal y los problemas que genera en nuestra democracia, que ha ido evolucionando con el transcurso del tiempo. Creado por Jaime Guzmán, tenía por objetivo resguardar la política chilena a través de la exclusión de grupos minoritarios que pudieran atentar contra la democracia -que a fines de los años 80 y principios de los 90 eran considerados como anarquistas, exaltados y revolucionarios- lo que favorecía a dos grandes conglomerados políticos: la Concertación de Partidos por la Democracia y la Alianza por Chile. En la actualidad este tema genera un debate constante sobre cuál debiera ser la participación parlamentaria del Partido Comunista (PC) -un grupo político que obtiene un 5% de votación a nivel nacional)-, pero que nunca ha logrado un cupo parlamentario desde el retorno a la democracia en 1990, lo que imposibilita la representación de un pensamiento distinto a quienes pertenecen a las dos coaliciones políticas más grandes de Chile.

El descontento de la ciudadanía respecto a los partidos políticos y a la burocracia que existe dentro de ellos es criticado también por sus militantes y quienes piensan distinto han tenido que renunciar, participando en la creación crear nuevos movimientos o simplemente han tenido que emprender en la política sin apoyo partidario. Es el caso de Marco Enríquez-Ominami, ex socialista y candidato presidencial independiente, y de Alejandro Navarro con Adolfo Zaldívar, fundadores del MAS y del PRI, respectivamente, quienes han “sentido” el descontento social y que la política está reticente a sufrir cambios por culpa de sus dirigentes.